In situ

 

Fnac-s2¿Copiar de foto o dibujar del natural? En los tiempos de Velázquez no había ese dilema, pero ahora puedes mirar cualquier fotografía por internet y copiarla cómodamente en tu casa. Pero el dibujo te pertenece a medias pues te has inspirado en la imagen de otra persona, un estímulo que proviene de una realidad ya procesada. Cuando dibujo de la realidad tengo que elegir el encuadre, dónde termina el dibujo y qué elementos voy a representar. La mayor parte de las variables las hacer inconscientemente y te conviertes en espectador de tu propio proceso. Cuentas tu propia historia e inventas gran parte de la composición, sin por ello ser infiel a la realidad. El ejercicio de dibujar del natural es el que te reta a comprender el espacio. Este es un concepto que todos los dibujantes conocen pero que somos incapaces de transmitir. El otro día vi en de la magnífica serie documental Abstract, de Netflix, el capítulo del fotógrafo Platón, un griego-americano que ha retratado a los personajes más famosos del mundo, y empezaba la serie diciendo: «Cuando hago una foto no pienso en cómo lograr  una buena imagen, sino en qué puedo aprender de esta persona».

Aquí abajo podemos ver una foto que me hizo una joven turista belga que pensó que estaba colocado de una manera muy fotogénica. La vi pasar con su cámara reflex y nos sonreímos con una extraña complicidad que raras veces existe en los bares. Al rato volvió y me pidió permiso para hacerme una foto. Esto tampoco ocurre cuando copias de internet.

Nos intercambiamos los teléfonos en inglés y aquella noche mi móvil vibró en en el bolsillo. Al descolgar pude oír una voz femenina un poco insegura… No, esto último es broma.

Marcus en-callao